Introducción

Entre 2011 y 2025, realicé el Camino Francés, la ruta tradicional, cuatro veces: una desde Roncesvalles y tres desde Saint-Jean-Pied-de-Port, y en dos de esas ocasiones continué, una vez a Finisterre y otra a Muxía-Finisterre; el Camino Aragonés desde Somport hasta Puente la Reina; el Camino Portugués Central desde Lisboa; el Camino Inglés; y el Camino del Norte hasta Asturias, donde conecté con el Camino Primitivo. En esta última ocasión, en Tineo tuve que tomar un taxi para recorrer unos 117 kilómetros sepultados bajo hasta un metro de nieve debido a una tormenta fuera de temporada, por lo que completar el Camino Primitivo a pie sigue siendo un sueño.

He escrito cinco libros sobre mis peregrinaciones: «Into Galicia», «Different Paths: Struggles on the French Camino de Santiago de Compostela», «A Camino for Enrique», «El Camino para Bolivia: Peregrinajes y Testimonios» y «On the Way Again: Walking the Camino at 81». En ellos, he intentado combinar mis sentimientos y reflexiones personales con la experiencia física de esas caminatas. Como comentó un crítico sobre «Into Galicia»: «Un magnífico libro de viajes. Lectura imprescindible… para acompañar la agonía y la dicha de un viaje transformador». Me emocionó. Mi hija es muy generosa.

Pasé casi cuarenta años en el Banco Interamericano de Desarrollo y, después de jubilarme en 2004, ha seguido igualmente comprometido con Princeton in Latin America (PiLA), una fundación sin fines de lucro cuya misión es brindar a recién graduados universitarios experiencias de servicio en esa región que les permite desarrollar las habilidades, el carácter y la compasión necesarios para servir como los líderes mundiales del futuro. Dos veces casado, esta vez para siempre, cuatro veces padre, cinco veces abuelo, y ahora bis abuelo, bendecido por amistades de por vida, poco a poco he aprendido cómo perder mi corazón. Me siento como extranjero en nuestra casa en Bethesda, Maryland, en casa como extranjero en el exterior, incluyendo en el Camino.